Lina Trujillo, a través de su personaje Linapary, utiliza el subgénero neoperreo para empoderar y dejar un mensaje claro: “soy una mujer a la que le gusta mover el culo hasta el piso y eso no le da derecho a nadie de violentarme o criticarme”. 

En sus composiciones, Linapary reflexiona sobre las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos las mujeres por querer vivir de forma plena sin tabúes donde disfrutamos de nosotras mismas, nuestros cuerpos, la sexualidad y del consentimiento.

La intención de Lina es visibilizar las violencias misóginas que se promueven desde el género urbano dominado por hombres y cambiar el paradigma resignificando y apropiándose palabras como “perra”, “placer”, “perreo”, “autoestima”, así como lo hizo su principal referente, Ivy Queen cuando decidió apropiarse de “La Potra”, apodo con el que se referían a ella despectivamente, por ser una mujer grande. 

El perreo combativo o consciente de Linapary existe para recordarnos que somos fuertes, poderosas y no debemos sentirnos culpables por disfrutar de autoestima hasta el cielo / perreo hasta el suelo, como su último sencillo.